Noticias conservadas sobre el color que usaba el Ayuntamiento de Madrid
1) La Villa, que era realenga, no usaba en sus ceremonias otro pendón que el de Castilla. En la ceremonia de alzamiento de pendones de Felipe III y que consta muy detallada en los libros de acuerdos (1598, septiembre y octubre) se dice claramente que el pendón era de color carmesí.
2) El Alférez Mayor, que llevaba el pendón en las ceremonias, iba vestido de color carmesí desde las plumas del sombrero hasta las calzas.
3) Asimismo y a través del tiempo la villa de Madrid, después de ser Corte, siguió usando el color carmesí como si fuese propio. El Ayuntamiento en las corridas de toros ponía un frontal carmesí en el balcón que le correspondía, hasta que Fernando VII pidió cuentas a la Villa por usar este color en su presencia, puesto que era el del pendón real. La Villa contesta que siempre se había hecho así, mas el Rey ordenó suprimir tal costumbre.
4) Consta también documentalmente que los maceros del Ayuntamiento de Madrid usaban dalmáticas de color carmesí; y se conservan las cuentas de un sastre en que se detalla el damasco carmesí utilizado.
5) El pendón de Castilla era de damasco carmesí con las randas de oro; el asta de plata. Así se conservaba en la sala de juntas del Ayuntamiento.
Como el color carmesí es de un matiz de rojo que se aproxima al morado, se produjo la confusión entre estos dos colores. De este modo numerosas personas creen que el color del pendón es morado y así, durante el siglo XIX, los regimientos, que lo utilizaban como privilegio, tenían una bandera morada. Del mismo modo los fajines de los concejales del Ayuntamiento de Madrid (utilizados desde el último tercio del siglo XIX) son morados, porque representan el color de Castilla. Pero hasta el siglo XVIII las armas reales y las banderas de los tercios castellanos eran carmesíes.
Todavía hoy las bandas de los oficiales de los ejércitos, recuerdo del color de las banderas de los capitanes de los antiguos tercios, son de color carmesí precisamente y no rojas, ni tampoco moradas. En resumen: El color que usó continuadamente y desde el siglo XVI el Ayuntamiento de Madrid es el color del pendón de Castilla con todas sus vicisitudes. Agustín Gómez Iglesias (1958). Memorándum de noticias conservadas en el Archivo de Villa sobre el color que usaba el Ayuntamiento de Madrid.
(Los textos han sido extraídos del blog Área Patriani, que podéis encontrar en nuestros enlaces recomendados y las imágenes proceden del Grupo de Facebook Castilla 14)
En 1978 comenzó la construcción de un régimen que sustituyera al Franquismo. Para realizarlo, los franquistas y las familias económicas que habían apoyado ese régimen, se sentaron a negociar con una parte de la oposición. Y digo una parte porque aquellos que verdaderamente proponían un auténtico proceso constituyente fueron arrinconados. Es más, no fueron legalizados hasta entrados los años ’80, cuando ya estaba todo el tinglado montado. Me refiero al PTE, ARDE, ORT, PCE (m-l) y otras organizaciones que entre otras cosas, no tragaban con la Monarquía. Esa negociación con el PSOE, el PCE y los nacionalistas de CiU y PNV básicamente, determinó el reparto del pastel. Ese pastel elaborado por los españoles desde 1939 que se llamaba Estado Español.
Mientras entretenían a los españoles con consumo y mucha telebasura, se fue haciendo el reparto. Desde antiguas empresas públicas vendidas por dos duros entre amiguetes a las cajas de ahorro, que pasaron a ser controladas por lo peor y más corrupto de la clase política y sindical. En todo este proceso de liquidación nacional estuvo también Castilla, como sabéis. La trocearon para crear 5 administraciones que nadie había pedido, con sus correspondientes parlamentos autónomos, diputados, consejeros y personal amiguete nombrado a dedo. Todo ello a costa de los impuestos de los ciudadanos. Y la verdad es que la cosa funcionó hasta que la avaricia de unos pocos rompió el saco.
Ahora nos piden sacrificios para salvar el país. Y es que esta casta partitocrática corrupta, cuya mezquidaz no conoce ya límites, tiende a envolverse en la bandera nacional para defender su modo de vida y sus privilegios. Lo vemos en todas partes. En Cataluña, mientras se echa a la calle a empleados públicos, se les rebaja el sueldo, se cierran centros médicos, se cancelan hasta líneas de autobuses en Barcelona y su Presidente gana más que el propio Presidente del Gobierno español, se mantienen en el extranjero 70 embajadas y 6 canales de tv deficitarios con todo su correspondiente personal. Cuando a los responsables políticos se les pregunta por ello, corren a envolverse en la Senyera, amenazan con pedir amparo a Bruselas si a alguien se le ocurre intervenir las cuentas autonómicas y a señalan a Madrid, para variar… Pero es que en Madrid pasa lo mismo. Se rebaja el sueldo dos veces a los empleados públicos y se les congela, lo mismo que a los pensionistas a los que luego se les promete una subida que es ahogada por dos subidas brutales del IVA. Además se insulta a los parados. Se les dice desde la propia boca del Presidente del Gobierno, que a partir del sexto mes, la prestación se les va a reducir al 50% para incentivarles a buscar trabajo con más ganas. En otras palabras, se les llama vagos y se les acusa de no encontrar trabajo porque están más felices en su casa cobrando del Estado. Y tras envolverse en la bandera de España, piden sacrificios a toda la población para recuperar el país que ellos y la banca arruinaron. Una de las que ha apoyado con más vehemencia los recortes salvajes a empleados públicos, pensionistas y desempleados, ha sido la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. Además ha pedido sacrificios a la población y dar ejemplo a la clase política. Pero no ha empezado por ella misma. Ella y sus concejales tienen 1500 asesores con un sueldo medio de 47000 euros anuales. Además el Clan Botella en el Ayutamiento de Madrid (vamos a llamarles así) poseen 183 coches oficiales de uso personal. Todo un ejemplo de austeridad. Os recuerdo que el Ayuntamiento de Madrid está prácticamente quebrado gracias a las faraónicas obras de Gallardón y que se adeudan unos 7000 millones de euros. Razón por la cual se han sacado impuestos de la manga como el de las basuras y se ha subido otros de manera brutal como el IBI. También se han subido los transportes públicos, a la par que se ha reducido sus prestaciones. Pero ellos a lo suyo y si hace falta, se gastan varios millones más en promocionar de nuevo unas olimpiadas que pocos madrileños quieren ya. ¡Viva la Fiesta!. Y estas cosas pasan por toda la geografía española.
Por todas estas razones os pido a todos secundar la manifestación de día 19. No para que Méndez y Toxo se pongan una medalla que no les corresponde (deberían dimitir y pedir perdón por ser cómplices de lo que ha pasado en este país). Tampoco para que apoyéis a los empleados públicos ni a los pensionistas o desempleados. Os lo pido por dignidad. Somos muchos más que ellos. Somos mejores que ellos y no podemos permitir que sigan viviendo de nuestro sudor. Son una casta de vividores y sinvergüenzas que nada les importa excepto salvar su culo. Son unos ladrones que a las órdenes de la banca llevan 30 años saqueando el país desde la derecha a la izquierda. Y no nos representan. Ni si quiera aunque tengan mayoría absoluta. Cuando un partido traiciona su propio programa y le dice a los ciudadanos que no pueden elegir porque no tienen ya esa libertad, ese gobierno debe irse porque acaba de perder toda legitimidad. Lo mismo hago extensivo al resto de grupos políticos de un Parlamento que no se altera cuando el Presidente del Gobierno les dice que ya no existe la Soberanía Nacional. No trabajan para el bien del país y los ciudadanos sino para su propio provecho. Y los únicos sacrificios que están dispuestos a hacer son sacrificar a los propios ciudadanos para salvar ellos su tren de vida. Vivimos en un régimen contaminado donde la corrupción impregna ya todas sus instituciones, empezando por la propia jefatura del estado. Tenemos que recuperar lo que es y siempre debió ser nuestro. Tenemos que recuperar el Estado para todos. Sin Estado no pueden garantizarse los derechos básicos de las personas, desde la Sanidad a la Educación o desde la Pensiones hasta la prestación por desempleo. Es hora de construir la España que queremos y merecemos y arrebatársela a estos parásitos sociales. Y es hora de que en esa España vuelva a brillar con fuerza el nombre de nuestra Castilla, tierra de nuestros antepasados, de la que además podamos sentirnos orgullosos. Por nuestro futuro y el de nuestros hijos.
Magnífico vídeo de la Historia de Castilla elaborado por un compañero de la Asociación Socio Cultural Castilla y con música de los inigualables Trobar de Morte.
Y si hay 60.000 millones de euros para los banqueros, algo habrá también para los mineros, los agricultores, los ganaderos, los pensionistas, los empleados públicos o los autónomos. Y sobre todo algo habrá para esos 5.600.000 ciudadanos a los que el Capital y la casta política que encabezan el PP y el PSOE han dejado sin trabajo, sin casa y sin futuro.
Nos estáis dejando sin nada y un pueblo que ya no tiene nada que perder, es un pueblo peligroso. La bola de ira, cabreo y mala leche va creciendo y se dirige hacia vosotros. ¡LADRONES!
Curioso, que no extraño, tras la conquista de la Copa de Europa por parte de la selección española, muchos de sus jugadores llevaban consigo banderas de sus comunidades, como Xavi Hernández y Piqué (la catalana), o Mata y Cazorla (la asturiana), o Silva y Pedro (la canaria), o Albiol (la valenciana) e incluso en otras ocasiones Ramos portaba la andaluza. Es triste ver que los inventos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha sólo hayan servido para dar poltronas y esperanza para trepas. Arbeloa, leonés de Salamanca, posiblemente por no sentir la comunidad a la cual le han hecho pertenecer, prefirió llevar en la cintura la bandera española. Por más euros que se gasten los de la Junta no consiguen hacer comunidad, es notorio el fracaso de su Fundación Villalar. A los ciudadanos de la comunidad autónoma de Castilla y León les da lo mismo la bandera de ajedrez, simplemente asumen que esta autonomía es la que forma parte su ciudad o provincia, del mismo modo que hubiesen aceptado otra artificialidad, como podría haber sido Castilla y Aragón o Galicia y León. Y los jugadores castellanos (Casillas, Torres, Iniesta y Llorente), todos ellos naturales de comunidades autónomas (Madrid, la artificiosa Castilla-La Mancha y La Rioja respectivamente) que han sido desmembradas de lo que debiera haber sido territorios de una comunidad autónoma genuinamente castellana, más de lo mismo, ninguno de ellos mostraron una bandera castellana, sino la española, o como en el caso de Llorente, la bandera de La Rioja. Ésto es lo que han conseguido los políticos de corte españolista, se han cargado el sentimiento de pertenencia a una comunidad, siempre reconocidas como País Leonés (Reino de León) y Castilla, dos pueblos, dos nacionalidades que sufren los atropellos orquestados desde las sedes del PP, PSOE, IU y ahora UPyD. SI NO NOS DEJAN SER LEONESES (ciudadanos de las provincias de León, Zamora y Salamanca), SI NO NOS DEJAN SER CASTELLANOS (ciudadanos de Cantabria, Burgos, La Rioja, Soria, Segovia, Ávila, Valladolid, Palencia, Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Albacete) ¿por qué los que amamos la cultura del País Leonés (en leonés País Llionés) y a Castilla, mi viejo país, tenemos motivos para vitorear la unidad de España, los colores de un estado que no nos reconoce?, ¿acaso somos masoquistas?. No se trata de pedir independentismos que la población no aprobaría, sino de exigir al estado que reconozca los derechos legítimos de ambos pueblos, la de un País Llionés y una Castilla que no han dado ni un problema a una unidad que es ninguneada y puesta entre dicho por otros y que para evitarlo, ese mismo estado que da la espalda a las reivindicaciones de leoneses y castellanos, les rinde pleitesía. ¿Hasta cuándo?.
Como era de esperar y siguiendo la tradición de nuestros políticos, el Gobierno se apresura a hacer lo que dijo que no pensaba hacer. Esto es, despedir a empleados públicos. Es lo que le pidió Merkel en privado y el FMI públicamente.
Mariano Rajoy llegó al gobierno de España con el discurso de no mentir nunca. Dijo que no tocaría el sueldo de los empleados públicos porque ya les habían puteado bastante con la bajada y congelación que les hizo Zapatero. Ahora va a hacer exactamente lo mismo que el PSOE y encima con despidos. Para los que no lo sepan, cuando en los medios se habla de funcionarios, se habla de un colectivo muy amplio de personas. Están los funcionarios de carrera, que acceden a su puesto de trabajo tras pasar un duro proceso selectivo de oposición. Están los laborales fijos, que acceden de la misma manera, pero se rigen por el Estatuto de los Trabajadores. Están los laborales temporales, que acceden a su puesto tras pasar un concurso de méritos y que les otorga un contrato laboral entre 1 a 3 años. Y están los interinos, que son aquellos que ocupan temporalmente una plaza hasta que la misma es ocupada más tarde por un funcionario o un laboral fijo. La mayor parte de estos empleados públicos (el 80%) apenas llegan a los 1000 euros al mes. Pero aun hay más. Están todos esos que entraron a dedo, bajo premisas políticas (asesores, chupatintas, pelotas…), que ocupan puestos de trabajo por la cara y que suelen cobrar muy por encima de los 1000 euros al mes (los asesores de Gallardón en el Ayuntamiento de Madrid no bajaban de los 5000€ mensuales). Están en ayuntamientos, comunidades autónomas, en la propia Administración del Estado y son cerca de 500.000 en toda España. ¿Esta reforma les va a afectar a ellos?. No, para nada. A esos no les va a tocar nadie porque para eso tiene buenos padrinos en todos los partidos del sistema. Van a ir a por los laborales fijos, los temporales, los interinos y si es menester a por los propios funcionarios de carrera. Tampoco va a afectar a esos 266 senadores que cobran 5000 euros al mes por el duro trabajo de rascarse los testículos a diario. La clase política española está dispuesta a sacrificar a todo el país con tal de no perder sus poltronas, sus privilegios y su elitista nivel de vida. Y si para ello el pueblo tiene que perder trabajos, casas y hasta pasar hambre, están dispuestos a ello.
¿A quien felicito entonces?. Pues a todos esos medios de comunicación, desde Intereconomía al Grupo Prisa pasando por Vocento y a todos esos periodistas que llevan 4 años diciéndole a la gente que la culpa de la crisis es de los «funcionarios». Todos esos intoxicadores profesionales que cuentan a la gente que tenemos más funcionarios que Alemania. Lo cual es falso. Pero no dicen que Alemania tiene la mitad de políticos que España o que Francia, siendo un estado centralista, tiene muchos más empleados públicos que nuestro país. Y todos esos tertulianos, que se han encaramado a lo más alto de la telebasura porque no daban la talla ni para escribir una mala novela rosa para viejas. Me refiero a los Carlos Herrera, Jiménez Losantos, Enrique de Diego (este ha llegado a llamar «paniaguados» a todos los empleados públicos más de una vez en la tv), García Serrano, Antonio Giménez, etc. etc. Son solo los más significativos, pero son muchos más. Todos ellos a sueldo y bajo la protección de la banca. ¿O es que pensábais que detrás de todos estos medios solo había honrados trabajadores?. Sin contar que los medios de comunicación en España no están para informar. Están para crear opinión y distraer a la gente de los problemas reales cuando conviene al poder.
Mariano nos dijo que su objetivo principal era reducir el paro. Bueno, seguro que echando a la calle a miles de empleados públicos va a ayudar. Es un embustero, insisto, como lo fueron antes Felipe González, Aznar y Zapatero. Un mentiroso más que encubre cual es su objetivo principal, que no es otro que hacer que toda la sociedad española pague una deuda que en el 80% corresponde en exclusiva a los bancos. Y así van a seguir las cosas… de momento. De momento porque si echas a una persona de su trabajo, solo puede aguantarse, pero si echas a un colectivo, la reacción en las calles está servida. Ya han tocado los bajos a los transportistas, a los agricultores, a los ganaderos, a los mineros, a los pensionistas y ahora a los empleados públicos. Alguien me dijo en marzo que Rajoy no llegaba a Navidad y no le creí. Ahora lo veo posible. Es más, lo veo como una necesidad. Mariano, tus días en Moncloa están contados y si no, al tiempo. Y lo mismo va para el asesino de elefantes, su familia y toda la partitocracia de este régimen. Si caemos todos, no caeremos solos.
«Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido»