Reivindicación de la Identidad Castellana de Madrid

Archivo para diciembre, 2014

La Providencia

castilla

Toda persona que está en la política por idealismo, tarde o temprano se lleva un palo o varios. Es muy duro ser castellanista. Implica casi siempre ser incomprendido e incluso ridiculizado. A veces te cansas de explicar a la gente cual es tu postura y que no te quieran entender. Te cansas. Y empiezas a ser más escueto en tus explicaciones. Personalmente he desarrollado una especie de sentido arácnido y detecto a la primera a los tontos y a los tocapelotas. Por eso muchas veces ante la pregunta de ¿y tú porqué estás en esto?. Simplemente respondo, «por que quiero».

Pero como decía, es inevitable que embate tras otro, a veces sientas ganas de mandarlo todo al carajo. Me ha pasado muchas veces. Y siempre sucede algo que aleja esa sensación de soledad. Ayer en medio de un montón de personas sin raíces y sin identidad que deambulaban cual zombis por el Centro de Madrid, terminé entrando por necesidad en un centro comercial. Cual sería mi sorpresa cuando me topé con un cartel promocional de la Serie Isabel a tamaño natural. Allí estaba Michelle Jenner radiante y preciosa, sujetando su cetro de Reina de Castilla (antes no le poníamos rostro a nuestra mejor reina y ahora sí lo tiene). Me hice una foto junto a ella. Me hacía ilusión. Los castellanistas nos conformamos con poco.

Más tarde pasamos por los almacenes Pontejos. Dado que todo el mundo estaba invadiendo los centros comerciales cercanos a Sol comprando Navidad, aquello estaba bastante vacío para lo que suele ser normal. Le recordé a mi mujer que a finales de los ’90 allí vendían parches de Castilla. De hecho compré algunos en su día. Mi mujer me animó a preguntar. Y para mi sorpresa los seguían vendiendo. Tras 30 años de mentiras, manipulación y ocultación de la realidad castellana de Madrid por parte de sus instituciones autonómicas, aún existe un comercio en Madrid donde se vende algo de Castilla. No de «Castilla La…» o de «Castilla y…» De Castilla y punto. En morado, vale (me importa un rábano). Un escudo sin aditivos. Limpio. Me llevé varios.

Estamos en Navidad. Para mí no son unas fiestas alegres. Dejan de serlo cuando tu madre ya no está. Pero intento no amargárselas al resto. Tengo claro que hay cosas sobrenaturales que no tienen explicación alguna. Podemos decir que soy creyente en ese aspecto. Y ayer la Providencia o vaya usted a saber, me dio dos grandes alegrías. Son esas pequeñas cosas que hacen las veces de combustible para seguir tirando para adelante. Y eso es lo que pienso seguir haciendo en el 2015. Pase lo que pase y moleste a unos u otros. Porque es mi tierra, la de mis antepasados. Porque es mi patria. Porque amo su Historia y su vasta Cultura. Porque amo a su pueblo, aunque él no se ame así mismo. Y sobre todo porque quiero.

¡FELICES FIESTAS Y FELIZ 2015 A TODOS!

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Había una vez… La Carpetania.

carpetaniaSiempre que he intentado explicar lo ridículos que me parecieron los argumentos que sirvieron para la creación de la autonomía de Cantabria (cuna de Castilla), he puesto como ejemplo a la Carpetania. Dije que aquella autonomía inventada por Miguel Ángel Revilla, con el apoyo de algunos empresarios vascos cercanos al PNV, se fundamentaba en un pueblo extinguido por los romanos en el Siglo II a.C. Y que era poco menos que decir que los madrileños no eran castellanos sino carpetanos. Otro pueblo celtíbero extinto del que apenas quedan unos pocos restos arqueológicos y algunas referencias de los cronistas romanos. Y como vivimos en un país donde las bobadas florecen como hongos, ya hay quien ha recogido aquellos argumentos para elaborar su teoría nacionalista carpetana. Así como lo oyen. Los madrileños ahora somos al parecer herederos de un pueblo cercano al Neolítico y en esas «raíces milenarias» se fundamenta nuestra verdadera nacionalidad. Incluso tenemos bandera (robada cobárdemente al Atlético de Madrid) y límites fronterizos. Como sabemos, los carpetanos fueron los primeros en establecer un «eficaz sistema de fronteras y aduanas».

La tontería está pues servida. Ahora sólo falta que un empresario sin escrúpulos financie la demencia para que esto termine por calar en una población como la de la provincia de Madrid, a la que desde hace más de 30 años de autonomía impuesta, se le ha privado de sus inequívocas señas de identidad castellanas. Ya se sabe que carecer de identidad es la marca del esclavo y de que aquello que no se conoce no se defiende. Que mejor manera de rubricar la hazaña, que inventarles ahora una nacionalidad histórica pre-romana… Fíjense ustedes, que éramos nación antes de los romanos (argumento usado una y mil veces por Miguel Ángel Revilla, crítico mordad de «la casta» y ex miembro de la misma).

Pasen y vean. Lo mejor del vídeo son lo de las runas nórdicas…