El Café para todos
Lo peor no es que a partir de 1978 se sacasen autonomías de la manga. Ni si quiera que destruyeran de manera planificada y deliberada a Castilla. Lo peor es que a día de hoy nadie quiere reformar esta situación. Ni si quiera los «ferederalistas»de Podemos o Izquierda Unida. Que a sabiendas de que el estado autonómico actual es el mayor pesebre de la casta, no piensan renunciar a su trozo del pastel. Aunque eso suponga mantener una situación de agravio constante y diario a Castilla y al pueblo castellano. De hecho su oposición a Castilla es tal, que mientras niegan a nuestra tierra la mínima posibilidad de ser una única autonomía, piden el derecho a decidir para Cataluña, País Vasco, Galicia, Comunidad Valenciana o Andalucía.
Dicen que tras la muerte de Franco la democracia llegó a España. Sin embargo no sucedió eso en Castilla. Con Franco y después de él, a los castellanos se les ha negado sistemáticamente su derecho a articularse libremente como autonomía dentro de España. Se les han impuesto divisiones autonómicas artificiales, desde las cuales se ha intentando borrar cualquier huella de identidad castellana. Y en ese camino de agravios, han ido de la mano de otro pueblo al que también se le ha cerrado la boca. El pueblo leonés. No lo olvidemos.
Pero como siempre digo, veremos a ver quien aguanta más. Si su látigo o nuestra espalda.