Sobre la satanización de la sanidad privada.

Me parece que entorno a esto se está haciendo demagogia de la barata para distraer al personal. Vamos a ver, la Sanidad Pública la pagamos TODOS los trabajadores. Los que ganan poco o mucho. La privada además quien quiere o puede. Pero de ahí a pensar que tener una póliza en Sanitas, por ejemplo, es de ricos, es ridículo e infantil. Lo digo por los comentarios que leo últimamente en redes sociales, por parte de la izquierda de Disney. Pero puestos a calificar de ricos a los que tenemos una póliza sanitaria privada, puedo asegurar que yo no tengo un chalet en Galapagar. Ni mi casa la vigila la Guardia Civil. Ni vivo en un barrio residencial. Ni si quiera en el Barrio de Salamanca en Madrid como Pablo Echenique.
Yo pago las dos sanidades. Porque estoy en mi derecho y porque me da la gana. Y uso las dos indistintamente. Punto. Curiosamente, a quienes sí he visto usando la sanidad privada ha sido a Carmen Calvo, a Monedero, a Irene Montero o a Baltasar Garzón. Y a todos esos políticos que han acudido a hacerse los test del Coronavirus a sus clínicas privadas, previo pago.
También quiero recordar a todos que hay muchos hospitales públicos entregados a la gestión privada en Aragón, Andalucía, Extremadura o Castilla La Mancha. Y que no fue el PP el artífice de esa privatización encubierta. Fue el Partido Socialista Obrero Español. Algo que la progresía del mundo de Bambi suele obviar, para no reconocer que tanto el PP como el PSOE comparten la misma agenda asquerosa, putrefacta y LIBERAL.
Por último, recordar que si no ha habido más saturación de la Sanidad Pública es porque la privada abrió las puertas de sus hospitales desde el primer momento de la pandemia, poniendo a disposición de muchas personas sin seguro privado todos sus equipos médicos y de enfermería. A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Basta ya de demagogia y de tomarnos a todos por imbéciles.