Reivindicación de la Identidad Castellana de Madrid

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Resiste Castilla


¿Cuantos años caben en tu silencio?

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¿CUÁNTOS AÑOS CABEN EN TU SILENCIO?
(versos del poemario inédito «La Bandera Arriada», raíces de Castilla)

Castilla, duerme mi patria,
duerme en estatutos
que no la defienden.
Por callar lo que fue
un dantesco dislate
contra tu idiosincrasia,
has sido confinada a encabezar
los apellidos de un ensayo bicéfalo,
rémora venida a menos
de aquella unión de reinos.

Castilla, a ti me dirijo,
¿sabes que te robaron el mar?

Y en el sur, un suma y sigue, otra torpeza,
a raíz de un ilógico e improvisado
guion
que separa una parte del todo,
como si diésemos por bueno
de que la harina dejó
de ser el consorte del trigo
y los estigmas del pistillo
no son los blasones del azafrán.

Castilla, columna vertebral
sosteniendo dos mesetas y tres divorcios;
cuántas veces referida, con desatino,
como “las dos Castillas”
en los partes meteorológicos.

Si fuiste nacionalidad histórica,
uno de los estados
más laureados de Europa,
¿por qué hoy tu piel
se muestra reticulada?

Castilla, a ti me dirijo,
¿quiénes son los villanos
que se llevaron la dote
cuando, a traición,
de nuevo te casaron
con el león púrpura?

Tu legado es ahora
nimias divisiones administrativas
que engañadas con el superlativo
de autonomías,
continúan hablando mucho de España
y poco o nada
de tu anacrónica y desesperante situación.
Aquí como en ningún otro lugar
se cumple el dicho: divide y vencerás.

Castilla, ¿cuánto años más caben en tu silencio?

Juan Carlos García Hoyuelos

mapa castilla

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Castilla ninguneada cada día.

Curioso, que no extraño, tras la conquista de la Copa de Europa por parte de la selección española, muchos de sus jugadores llevaban consigo banderas de sus comunidades, como Xavi Hernández y Piqué (la catalana), o Mata y Cazorla (la asturiana), o Silva y Pedro (la canaria), o Albiol (la valenciana) e incluso en otras ocasiones Ramos portaba la andaluza. Es triste ver que los inventos autonómicos de Castilla y León y Castilla-La Mancha sólo hayan servido para dar poltronas y esperanza para trepas. Arbeloa, leonés de Salamanca, posiblemente por no sentir la comunidad a la cual le han hecho pertenecer, prefirió llevar en la cintura la bandera española. Por más euros que se gasten los de la Junta no consiguen hacer comunidad, es notorio el fracaso de su Fundación Villalar. A los ciudadanos de la comunidad autónoma de Castilla y León les da lo mismo la bandera de ajedrez, simplemente asumen que esta autonomía es la que forma parte su ciudad o provincia, del mismo modo que hubiesen aceptado otra artificialidad, como podría haber sido Castilla y Aragón o Galicia y León. Y los jugadores castellanos (Casillas, Torres, Iniesta y Llorente), todos ellos naturales de comunidades autónomas (Madrid, la artificiosa Castilla-La Mancha y La Rioja respectivamente) que han sido desmembradas de lo que debiera haber sido territorios de una comunidad autónoma genuinamente castellana, más de lo mismo, ninguno de ellos mostraron una bandera castellana, sino la española, o como en el caso de Llorente, la bandera de La Rioja. Ésto es lo que han conseguido los políticos de corte españolista, se han cargado el sentimiento de pertenencia a una comunidad, siempre reconocidas como País Leonés (Reino de León) y Castilla, dos pueblos, dos nacionalidades que sufren los atropellos orquestados desde las sedes del PP, PSOE, IU y ahora UPyD. SI NO NOS DEJAN SER LEONESES (ciudadanos de las provincias de León, Zamora y Salamanca), SI NO NOS DEJAN SER CASTELLANOS (ciudadanos de Cantabria, Burgos, La Rioja, Soria, Segovia, Ávila, Valladolid, Palencia, Madrid, Toledo, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Albacete) ¿por qué los que amamos la cultura del País Leonés (en leonés País Llionés) y a Castilla, mi viejo país, tenemos motivos para vitorear la unidad de España, los colores de un estado que no nos reconoce?, ¿acaso somos masoquistas?. No se trata de pedir independentismos que la población no aprobaría, sino de exigir al estado que reconozca los derechos legítimos de ambos pueblos, la de un País Llionés y una Castilla que no han dado ni un problema a una unidad que es ninguneada y puesta entre dicho por otros y que para evitarlo, ese mismo estado que da la espalda a las reivindicaciones de leoneses y castellanos, les rinde pleitesía. ¿Hasta cuándo?.
Juan Carlos García Hoyuelos