El rugido del León
El reconocimiento de la autonomía leonesa haría replantearse las cosas a más de un castellano. Todas las autonomías castellanas quedarían en entredicho al divulgarse los procesos caciquiles y anti democráticos con las que se crearon. Especialmente los casos de Cantabria, La Rioja y Madrid. Se pondrían en peligro muchas poltronas políticas. La casta haría lo imposible por no perder su pesebre y por evitar una autonomía castellana de 11 millones de ciudadanos unidos, que además podrían señalar con el dedo y hablar de tú a tú a las voraces burguesías periféricas. Sus seculares privilegios podrían acabarse, dado que los castellanos podrían alardear más que nadie de Fueros e identidad histórica. El trípode económico Centro-Barcelona-Bilbao podría saltar por los aires. Ahora entenderán vuestras mercedes el pánico que la casta siente ante el rugido del León. Pues bienvenido sea ese rugido.