Reivindicación de la Identidad Castellana de Madrid

Archivo para agosto, 2012

New Beginning – An Danzza


La pérdida de identidad del Real Madrid.

La pasada temporada asistimos atónitos al hecho de que el Real Madrid borrara de su escudo la cruz de la corona, al menos en algunos países musulmanes. El fin de tan lamentable medida, no tener problemas a la hora de vender la imagen del club en esos países y seguir haciendo caja. Algunos madridistas lo justifican precisamente por eso. La mayoría por el contrario, ha condenado tal hecho. No es la primera vez que ocurre algo así.

Los equipos de fútbol son parte de la Historia de los pueblos. Y el Real Madrid, que se ha convertido en un equipo universal hace tiempo, también tiene una larguísima Historia desde 1902. Esa historia queda reflejada en sus escudos. Si ahora mismo analizamos el escudo del Real Madrid sabremos muchas cosas sobre su origen. La M es por Madrid, la ciudad que vió nacer a la entidad madridista. La C y F siginifcan CLUB DE FÚTBOL. Y la corona le fué concedida en 1920 por el Rey Alfonso XIII. Corona que perdió en 1931 al proclamarse la II República Española y que recuperó de nuevo en 1941. Pero hay algo muy llamativo en el escudo y es la franja azul. ¿Que significa esa franja azul?. ¿Es por el cielo de Madrid, por carecer la ciudad de un puerto de mar?. No. Lo cierto es que el azul no tiene significado alguno en el escudo, aunque no siempre fue así. En 1931 al proclamarse la II República, el Real Madrid no solo perdió la corona, sino que además ganó esa franja que cruza el escudo. Esa franja era morada. En aquel tiempo se pensaba que el color de las banderas de los Comuneros de Castilla había sido el morado y en recuerdo al primer pueblo de España que se había sublevado contra un rey absolutista (en este caso el Emperador Carlos V), se decidió que la franja morada de Castilla estuviera también presente en la bandera de España. El Real Madrid, por entoces Madrid Club de Fútbol, incorporó esa franja morada por ser un equipo castellano. La franja morada se mantuvo durante toda la dictadura del General Franco.

Pero llegó el Régimen de 1978 y una de sus máximas fue hacer desaparecer a Castilla como territorio, pueblo e identidad más importante de cuantas hay en España. En esto como ya he recordado en otros artículos, estuvieron de acuerdo el PSOE, IU y el PP y con ellos el poder económico que les controla. No voy a entrar más a fondo en este tema. El caso es que al llegar las autonomías castellanas artificiales, se necesitaban nuevas banderas artificiales. Así la Comunidad de Madrid, expulsada ilegalmente de Castilla La Nueva y convertida en autonomía por la única voluntad del Congreso de los Diputados, necesitaba una bandera tras haber desestimado la enseña verde de la Diputación de Madrid. Tras consulta a la Real Academia de la Historia sobre el color de Castilla, la misma apoyó la idea de que el rojo carmesí debía ser el color de la nueva bandera al ser Madrid una «región» castellana. La misma entró en vigor en 1983, sustituyendo al tradicional e histórico Pendón o Bandera de Castilla que ya ondeaba en la mayor parte de los municipios de la provincia de Madrid, bien en rojo o en morado. El Real Madrid, a pesar de todo, mantuvo el «morado castellano» en la franja de su escudo, si bien durante la presidencia de Don Luís de Carlos (1978-1985), se dudó si poner dicha franja en rojo carmesí. También se mantuvo el morado en numerosas banderas y escudos de muchos pueblos castellanos y en equipos de fútbol como el Real Valladolid. No en vano, el error morado lleva más de dos siglos y no es fácil dar marcha atrás cuando tocamos temas relativos a la tradición de los pueblos.

Nada cambió en el escudo del equipo hasta 1997, siendo presidente del mismo Lorenzo Sanz. La franja se volvió azul sin más. No hubo explicación alguna ni por parte de Lorenzo Sanz ni de su Junta Directiva. Extraoficialmente se dijo que el Real Madrid no podía registrar su escudo con la franja morada porque algún particular lo había hecho antes y el Club necesitaba vender sus productos oficiales debidamente registrados con su escudo oficial. Por ello se recurría al cambio de color. Yo personalmente nunca me lo he creído y por las protestas que durantes años han llevado a cabo muchos socios en las asambleas, creo que los demás tampoco. Esas protestas de los socios han conseguido por ejemplo que el Real Madrid de vez en cuando recupere el morado como segunda equipación. También que la entidad recupere la antigua denominación para el filial de Segunda División, el Real Madrid Castilla (antes Real Madrid B). Pero el escudo sigue ostentando un color que no es de Madrid, ni es de Castilla, ni de nada. Y se me ocurren otras razones más oscuras para que esto siga siendo así. Y a los hechos de 1978 a 1983 me remito. Había que liquidar todo aquello que recordara a Castilla y el morado formaba parte de ello.

No me cabe ninguna duda que Florentino Pérez es un hombre que sabe hacer dinero y traer títulos para la afición madridista. Ojalá también sepa ser sensible a las preocupaciones de los socios, cuya inmensa mayoría prefieren hoy comprar una bufanda con el color morado, a las oficiales de Adidas en color azul. Si el Real Madrid ha sabido hasta ahora defender unos valores, los mismos deben empezar con la fidelidad a los colores de su glorioso escudo. El Real Madrid debe recuperar el morado para el mismo y no renunciar a su simbología por un puñado de euros o por parecer incorrecto en un sistema político que pretende enterrar todo lo castellano.


TRAIDORES

«Tú, tierra de Castilla, muy desgraciada y maldita eres al sufrir que un tan noble reino como eres, sea gobernado por quienes no te tienen amor»
(Pasquín que se pegaba en las puertas de las iglesias durante la Guerra de las Comunidades de Castilla en 1520)

Quizá algunos piensen que me he pasado o que he injuriado a alguien. Bueno, voy a remitirme al Diccionario de la RAE que dice así:

Traición:

(Del lat. traditĭo, -ōnis).

1. f. Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener.

De modo que aquel que no es fiel al pueblo al que dice defender se le puede llamar traidor. Que puedo contar que no sepamos ya a estas alturas el terrible daño que le hicieron a Castilla en 1978 el PSOE, AP (PP) e Izquierda Unida (PCE) fomentando su ruptura y conspirando para que nuestra tierra desapareciera de los mapas. Y todo ello lo hacían en nombre de la libertad y de la democracia recién estrenada. Todo valía para que los castellanos quedaran excluidos de la vida política y económica del país y para crear nuevos y falsos parlamentos donde poder sentarse a vivir cómodamente de los ciudadanos. Así vimos nacer parlamentos autónomos en provincias que siempre habían sido castellanas. Por ejemplo en Cantabria o La Rioja. Y también aparecieron de la nada regiones hasta entonces inexistentes que por un lado ahondaron en la división castellana y por otro se llevaron por delante los derechos del pueblo leonés, obligado casi a punta de bayoneta a fusionarse con Castilla La Vieja, para crear uno de los entes más absurdos y ficticios de la Historia de España, denominado pomposamente Castilla y León. Sin ser ni lo uno ni lo otro, no solo porque los leoneses se habían negado clamorosamente a ello, sino porque fuera de ese territorio seguía habiendo castellanos en Madrid y en Castilla La Mancha. Esta última otro homenaje a la estupidez partiendo ya de su denominación (la Mancha siempre fue Castilla) y continuando por segregarle Madrid, para asegurarse que la nueva región sería más pobre aun que en tiempos de Franco. Todo valía si era bendecido por los partidos centralistas y jacobinos, aunque esos estatutos jamás fueran refrendados por el pueblo castellano.

Pero la traición no estaba completa del todo. Los mismos que negaban a Castilla, que negaban el derecho a existir al pueblo castellano y le cerraban las puertas de su futuro, se convertían al nacionalismo en algunas regiones como Cataluña, Galicia, País Vasco y Andalucía. Incluso un centralista de tomo y lomo, exministro de Franco se convertía al Galleguismo más recalcitrante cuando ganaba en ese territorio las elecciones autonómicas. Me refiero a Manuel Fraga Iribarne. ¿Es que alguien no recuerda que su política de inmersión lingüística fue copiada punto por punto de la elaborada por Jordi Pujol?. ¿Y que decir del PSOE, que siendo ganador de las primeras elecciones autonómicas en el País Vasco, entregó la presidencia al PNV y bendijo todo el sectarismo político engendrado en las ikastolas?. Entonces a Rosa Díez, por entonces militante del PSE-PSOE, sí que le ponía el nacionalismo vasco que ahora tanto critica. Por no mencionar los pactos que Izquierda Unida ha firmado en numerosas ocasiones no solo con el PNV, sino con la misma Batasuna. Y esto solo en el País Vasco. Si seguimos por Cataluña, no terminaríamos nunca porque estas tres formaciones allí son catalanistas. IU (Iniciativa Per Catalunya) incluso pide un referéndum de autodeterminación.

También recuerdo un episodio muy triste acacido en Madrid en el año 2000, siendo presidente de esta comunidad Alberto Ruíz Gallardón. Quizá en un leve destello de lucidez, se le ocurrió convocar a Castilla y «León» y a Castilla La Mancha junto con la propia Madrid para hacer acuerdos que beneficiaran a estas tres comunidades castellanas. Lo llamó Consejo de las Comunidades Castellanas. Y hubo críticas feroces desde el PSOE, pero sobre todo por parte de un cretino integral, llamado Ángel Pérez que llegó a decir que aquello era «volver a la España de los Reyes Católicos». Ese homenaje a la imbecilidad más absoluta era y sigue siendo el representante de Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid. La misma formación política que practicaba el nacionalismo en el País Vasco incluso hasta llegar a pactos con Batasuna, en el centro de Castilla se dedicaba y se dedica aun a sabotear cualquier atisbo de unidad entre tierras que tienen la misma identidad, la misma cultura, la misma lengua y la misma historia. Tanto el PSOE como IU encima tienen la desfachatez de proclamarse federalistas. Para colmo los de IU, que hace 4 años han redescubierto la bandera republicana, tienen la cara dura de sacarla a la calle sabiendo que esa franja morada se puso precisamente por Castilla en 1931 y además nos la restriegan por la cara hasta en Villalar de los Comuneros cada 23 de Abril. IU en Castilla es tan cacique y centralista como el peor gobierno de Partido Popular.

¿Y que decir de un partido que también se proclama federalista, que dirige una tránsfuga del PSE-PSOE, partido con el que llegó a ser Consejera de Comercio y Turismo de Euskadi?. Sí, la misma que en plena campaña terrorista de ETA y con las calles del País Vasco chorreando sangre en 1994 nos invitaba a visitar aquello con el lema «Ven y Cuéntalo». El mismo partido cuyos representantes municipales y autonómicos no quieren ni oir hablar de una Castilla unida porque «eso es nacionalismo» porque «hay que respetar la Constitución» y con otras excusas aun más lamentables. Pero luego no dudan en intentar inventarse una región formada ni más ni menos que por Navarra, Aragón y La Rioja… No voy a olvidar además que es UPyD uno de los partidos que junto con el PP y el PSOE defienden con más vehemencia que nadie el hecho vergonzoso de que los agricultores castellanos no puedan coger agua del Tajo porque ese agua está reservada en exlusiva para los campos de golf, piscinas y hoteles de la Región Murciana. Tampoco voy a olvidarme en estos tiempos de crisis que el representante de UPyD en el Parlamento de Asturias, lo primero que ha hecho haya sido enchufar a 6 asesores o consejeros para que le sirvan y adulen. Y es que la gente de UPyD, al parecer, tienen tanto trabajo en las instituciones, que no dan a basto.

Los castellanistas estamos solos. Y estamos solos contra todos. No podemos esperar nada de nadie. Si conseguimos levantar esta tierra cuyo legado corre por nuestras venas, será solo por nosotros mismos. No se me ocurre una causa más sacrificada y justa que esta en la que no caben los aspirantes a una poltrona, al dinero del ciudadano o a recompensa alguna. No existimos y no quieren que volvamos a existir. Todos sacan beneficio de ello salvo nuestra tierra y nuestro pueblo. Y no vamos a parar hasta el final. Vamos a seguir machacando conciencias. Vamos a decirle a la gente que teníamos razón hace 15 o 20 años cuando hablábamos de unir Castilla y hoy más, cuando resulta que este monumento al latrocinio político que es el estado autonómico se viene a abajo. Nuestras armas son la palabra, la voluntad y nuestra negativa a aceptar un orden político y territorial que no sea el nuestro y que divida y perjudique al pueblo castellano. Como gritaban nuestros soldados que acudían al combate contra el Imperio en 1521 en las campas de Vilallar:

¡¡¡Padilla, Padilla, Libertad!!!