Genocidio

La Rioja es el nombre de una comarca de la Provincia castellana de Logroño. Ahora da nombre a toda la comunidad autónoma por encima del resto de comarcas. La Mancha es una comarca del Sur de Castilla, cuyo nombre forma parte de la denominación de esa autonomía (Castilla La Mancha); creando así una redundancia ridícula y una discriminación al resto de comarcas cuyos nombres no se mencionan. Cantabria da nombre a la Provincia castellana de Santander. Remitiéndose al nombre de un antiguo territorio en donde habitaron diferentes tribus célticas hasta el Siglo II a.C., cuando exterminadas por los romanos. La Comunidad Autónoma de Madrid es una provincia castellana a la que el Congreso de los Diputados obligó en 1981 a constituirse en autonomía, tras ser ilegalmente separada de Castilla La Nueva (actual Castilla La Mancha). La autonomía de Castilla Y León, hace mención en su estatuto a dos reinos históricos, que históricamente exceden a los límites geográficos de esa región autónoma. En su seno conviven dos identidades bien diferentes. Y esto es así por imposición del mismo Estado. De modo que a pesar de haberse apropiado del escudo y bandera de la antigua Corona de Castilla y León, ni es una cosa ni es la otra. Es algo. Algo artificial, ridículo y esperpéntico, que solo sirve de pesebre a los políticos que viven de ese «ente».
Todas estas irregularidades fueron una imposición del Régimen del 78. Todas sin base histórica alguna, violando la propia norma constitucional y a veces siendo justificadas con las excusas más ridículas. Todas ellas forman parte del intento deliberado del vigente régimen para borrar a Castilla del mapa. Y todas ellas ostentan estatutos de autonomía que jamás fueron refrendados por sus ciudadanos. Por tanto son estatutos de autonomía sin legitimidad alguna.
El intento de borrar una identidad, una cultura o aniquilar a un pueblo por motivos políticos o religiosos, se denomina genocidio. Y eso es lo que en esencia está sucediendo en España con Castilla, con el pueblo castellano y en buena medida con el pueblo leonés.
Señor, Madrid es España y como dijo la presidenta es España dentro de España. A Madrid han venido desde todos los lugares de la geografía nacional los que se han sentido llamados por convicción o por necesidad a construir y reforzar el corazón y la capital de la nación española.
Y sí, cualquier nación que se construye sobre un territorio tiene que acabar por sustituir y diluir a las naciones previas que hubiera en él. Y la nación más negada, sustituida y folclorizada, de donde ha extraído más fuerzas, más recursos y más población ha sido sin duda la castellana. Como usted ha dicho, para construir España la primera nación que había que desmembrar, desunir y anular, mucho más que las periféricas, era la castellana.
Desde que rodaron las cabezas de Bravo, Padilla y Maldonado, el imperio español primero y la nación española después se han levantado clavo a clavo sobre el ataúd de la nación castellana.
julio 2, 2021 en 9:19 am
Yo no he negado que Madrid sea la Capital de España ni a España misma. Durante siglos nació y creció una Nación Española sostenida por territorios diferentes en mayor o menor medida, pero unidos por la Religión y la Monarquía Hispánica. Ese régimen instaurado por los Reyes Católicos en 1492, era heredero de la Monarquía Visigoda. Y concluyó con con la promulgación de las Constitución de 1812, que anuló y liquidó leyes antiguas, fueros, reinos y señoríos, sobre los que se asentaban Las Españas. Por tanto, no creo que para que una nación nazca, deban liquidarse las unidades que las componen. Es más, eso es muy liberal, muy francés, pero muy poco español.
De cualquier manera y aunque pensamos de formas distintas, agradezco su aportación. Muchas gracias y un saludo cordial.
julio 3, 2021 en 9:47 am